HOMEOPATÍA - Dra. Graciela Ricci
HOMEOPATÍA UNICISTA - "Un sitio creado para difundir, intercambiar y compartir la Homeopatía. Una medicina personalizada, que apunta al reequilibrio de la energía vital de un modo suave, rápido y duradero".
domingo, 29 de noviembre de 2009
viernes, 6 de noviembre de 2009
LA HOMEOPATÍA EJERCIDA SÓLO POR PROFESIONALES (Decreto Oficial)
Una gran noticia para compartir y difundir.
En Montevideo - Uruguay y con fecha 25 de Setiembre de 2009 y de acuerdo al decreto del Poder Ejecutivo Nº 447/009, quedó establecido que:
"La HOMEOPATÍA como Técnica Médica que exige un diagnóstico previo de la afección a tratar y una evaluación de los resultados conseguidos, sólo puede ser realizada por Profesionales MÉDICOS y ODONTÓLOGOS con Título expedido por la Universidad de la República o Universidades Privadas habilitadas".
domingo, 25 de mayo de 2008
¿POR QUÉ HOMEOPATÍA PARA CURARNOS?
La Homeopatía es una rama de las Ciencias Médicas, esencialmente terapéutica, basada en el principio de la Similitud, el cual sostiene que: “una sustancia capaz de producir determinados síntomas en un individuo sano, es también capaz de curar esos mismos síntomas en un enfermo. Sus fundamentos fueron establecidos por Samuel Hahnemann, médico e investigador alemán a fines del siglo XVIII, es decir, hace más de 200 años! Los remedios homeopáticos son preparados a partir de elementos naturales: de origen vegetal, animal o mineral. Diluidos y dinamizados.
LA ENERGÍA VITAL es el principio que está presente desde el momento de la concepción, regulando la armonía de la trilogía vital: mente, cuerpo y espíritu. Sólo cuando está presente la Energía Vital es posible la existencia de un organismo vivo capaz de desarrollar una acción física, del ejercicio de las facultades mentales y con la capacidad para alcanzar las fuerzas espirituales. El ESTADO DE SALUD deviene entonces de la conservación de esta armonía, es decir: del Equilibrio de esta Fuerza o Energía Vital. Como el equilibrio a su vez, implica una situación permanentemente dinámica –pensemos en el equilibrista- cualquier alteración del mismo dará lugar a una alteración de todo el organismo. De acuerdo con este criterio, la ENFERMEDAD es: la expresión dinámica del desequilibrio de la Energía Vital, concepto de fundamental importancia y en el que se basa toda la acción terapéutica. Con Homeopatía podemos tratar a todas las personas. El tratamiento homeopático no apunta a un síntoma o conjunto de ellos, ni a una enfermedad tomada aisladamente sino al conocimiento de la totalidad del paciente. A través de la consulta-entrevista médica atendemos a esa totalidad bio-psico-social que es la persona y su historicidad (biopatografía). Dos pacientes pueden tener un mismo diagnóstico clínico (y es fundamental conocerlo), pero como cada uno es un individuo distinto, con una manera de ser y una personalidad propia, el diagnóstico medicamentoso y el remedio que se le indicará serán también diferentes para cada uno de ellos. Para la Homeopatía no existen enfermedades sino enfermos.
¿CÓMO Y POR QUÉ NOS ENFERMAMOS?
Además de lo que todos heredamos –la “predisposición”- y de los factores que ocasional o accidentalmente pueden enfermarnos (enfriamientos, excesos físicos, alimenticios, traumatismos, etc.) que son circunstanciales y pasajeros, las principales razones por las que nos enfermamos residen en nosotros mismos; de ahí que por ejemplo, frente a una epidemia de gripe (un mismo agente viral) unos se contagien y otros no, dependiendo del estado de salud previo, es decir del equilibrio interno de cada uno, que es lo que en definitiva determina el estado de su inmunidad y sus defensas. Todo esto deriva de cómo cada uno de nosotros vivimos y “procesamos” los acontecimientos de nuestro diario vivir, porque más allá de lo que nos suceda (siempre nos están sucediendo cosas), cada uno las vive a su manera. Porque todos somos diferentes, somos individuos. Así por ejemplo, frente a un mismo hecho, una situación tensionante (puntual o sostenida), un problema, un acontecimiento, o circunstancias naturales de la vida (como la adolescencia, maternidad, el climaterio), un duelo, etc. habrá quien reaccionará con enojo, o apenándose, lo sentirá como una injusticia o una decepción, muchos podrán llorar y otros tanto no podrán hacerlo, unos buscarán apoyo y consuelo, otros lo rechazarán; en fin, las formas de reaccionar son infinitas, como único es cada ser humano. A su vez, en el proceso de enfermar podemos observar tres niveles.
1) El primer nivel de expresión del desequilibrio de la Energía Vital es el Mental o Psíquico. Así ocurre siempre. Pensemos por ejemplo en una enfermedad bien conocida por todos como es el sarampión; lo primero que la madre le dice al médico es: “no sé qué le pasa a mi hijo, pero está desganado, llorón y no quiere comer ni jugar!” Tendrán que pasar algunos días para que entonces aparezca la característica erupción. Este primer nivel –psíquico- es el más importante, porque actuando sobre él se puede prevenir el desarrollo de afecciones funcionales y orgánicas posteriores. Creo que aquí bien vale la pena recordar el conocido refrán que dice: “más vale prevenir que curar”. Entonces no es ocioso insistir en que: cuando comienzan a surgir las manifestaciones psíquicas, espirituales, anímicas, muchas veces imprecisas o difíciles de definir, pero que de ninguna manera dejan lugar a dudas de que “algo nos pasa”, debemos consultar; porque estas manifestaciones son síntomas que a las claras ya están hablando de un desequilibrio de nuestra Energía Vital, es decir: estamos enfermos. Cuántas veces hemos ido a consultar porque nos sentimos así, o con el agregado de alguna molestia digestiva por ejemplo, y luego de haber sido exhaustivamente estudiados y para nuestra sorpresa el profesional nos dice: “los exámenes son normales, no tiene nada, todo está bien”. ¿Qué pensar? ¿Qué hacer entonces? “¡El doctor me dice que estoy bien, que no tengo nada, pero yo me siento mal!”.
2) De no atender a este desequilibrio el proceso de enfermedad continúa y se pasa a la segunda etapa (en la que el nivel mental ha sido superado), en la cual aparecen los síntomas a nivel Corporal o Físico. Los síntomas habrán cambiado, empeorado, y siguiendo con el ejemplo digestivo, ahora tenemos una gastritis. Pero en esta etapa los síntomas aún son de orden funcional.
3) Finalmente, y si no se logró restablecer el equilibrio, se pasa inexorablemente a la tercera etapa o Lesional, podrán aparecer entonces una úlcera, pólipos o un cáncer. Es decir, el trastorno funcional ha dado paso a una lesión orgánica.
Repasando lo antedicho podemos plantearnos entonces algunas consideraciones en pro de la salud: En primer lugar aprender a mirar y ver. Aprender a vernos y conocernos. Reconocer que si “algo nos pasa” ésos son síntomas, que como los destellos de un faro en la oscuridad son indicadores de que hay “algo más” que tendremos que atender, en este caso indicadores del desequilibrio de nuestra Energía Vital. No temer preguntarnos: “qué pasa?”… “¿qué me está pasando? No autoengañarnos diciéndonos rápidamente: “ya pasará”. No temer a nuestros propios miedos y dificultades, sino buscar ayuda para enfrentarlos. Consultar. Pero también aprender a reconocer nuestras cosas positivas, nuestras posibilidades y capacidades, porque de lo contrario estaremos falseando el resultado de nuestro propio balance.
En fin, saber que nuestra ARMONÍA Y EQUILIBRIO SON SINÓNIMOS DE SALUD Y BIENESTAR, ellos nos posibilitarán acceder a una mayor capacidad de rendir, crear y disfrutar; en definitiva, sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.
domingo, 14 de enero de 2007
LA HOMEOPATÍA SIRVE PARA ADELGAZAR... ¿VERDADERO O FALSO?
¿Cuántas veces hemos escuchado esta pregunta? ¿Y cuántas veces hemos oído comentarios en uno y otro sentido? Respuestas opuestas para la misma pregunta:
¿La Homeopatía sirve para adelgazar?...
Sin duda que cuando esto ocurre es porque las cosas no están claras, o por lo menos, para muchas personas no lo están. Trataremos de aclararlas. Estamos en un momento en el que en nuestro país, como en muchos otros, se vive una verdadera “epidemia de obesidad”. Esta es consecuencia de las más diversas ansiedades y desequilibrios, de una inadecuada alimentación, el sedentarismo, el estrés cotidiano de una vida alocada y globalizada, entre otras causas. Cada vez hay más personas obesas o con sobrepeso: sean niños, adolescentes, adultos, o mayores. Pero además, vemos a las personas cada vez más cansadas y decepcionadas de infinitas dietas y de los más diversos e infructuosos tratamientos. Entonces… ¿cómo hacer para combatir la obesidad y poder llegar a tener una vida saludable? Es decir, ¿cómo hacer para adelgazar, estar y sentirse bien? Si como dice la expresión popular, “la gordura entra por la boca”, ¿por qué muchas dietas que son excelentes, luego terminan en el fracaso o el abandono? ¿Y por qué si todo el mundo sabe que hacer ejercicio es saludable y el complemento necesario de toda dieta, mucha gente no lo practica? Pero dejémonos de tantas preguntas y comencemos a dar algunas respuestas.
La Homeopatía “es” una medicina “para” adelgazar = falso.
La Homeopatía “puede servir” para adelgazar = cierto.
Estas dos afirmaciones que parecen contradictorias, no lo son. Y veremos por qué. Decimos que es falso que sea “para” adelgazar, porque la Homeopatía NO es una Medicina “para esto” o “para aquello”. La Medicina Homeopática parte de una concepción global –“holística”- de la persona. No busca modificar un síntoma aislado; por tanto no va a actuar a nivel de un síntoma en particular, como puede ser la obesidad en este caso. El sobrepeso o la obesidad, como cualquier otro síntoma, seguramente van a estar formando parte de una desarmonía de orden más general; un desequilibrio que involucra a la persona toda. Por eso es muy difícil que alguien pueda sentirse motivado para comenzar una dieta y mucho menos para mantenerla si no se siente bien; o que una persona desvitalizada, sin energía, sienta deseos de hacer ejercicio, por mínimo que este sea. Y así como nadie puede estar enfermo sólo de jaqueca, de hipertensión, gastritis o de una disfunción sexual, nadie puede estar enfermo solamente de obesidad.
Recuperar la salud NO es hacer desaparecer un síntoma:
RECUPERAR LA SALUD = A RECUPERAR LA ARMONÍA,
RECUPERAR EL EQUILIBRIO VITAL PERDIDO.
Y esto no se logra con un remedio para esto y otro para aquello, sino con aquel medicamento que comprenda la totalidad de los síntomas del paciente, pero además y fundamentalmente comprenda a la persona que los padece. Aparte de los pocos casos de obesidad de causa endócrina, hay -inter-conjugándose- tantas causas y factores desencadenantes que llevan al sobrepeso y a la obesidad, como personas existen: errores o desbalances en la alimentación, predisposiciones constitucionales, sedentarismo, factores emocionales de los más diversos, etc. Pero en todos los casos lo importante es poder llegar a determinar –en cada quién- el por qué de su desequilibrio para poder restaurarlo. Decimos entonces que es cierto que la Homeopatía “puede servir” para adelgazar, porque con el tratamiento Homeopático adecuado, por la acción del medicamento “personalizado” a cada individuo, estaremos armonizando, reequilibrando su energía vital. Como resultado nos sentiremos bien, con energía y con deseos de cuidarnos. El hacer ejercicio y llevar a cabo una dieta (dirigida por un nutricionista) y sobre todo de mantenerla, ya no serán una imposición sino un deseo de nosotros mismos! ¿Cómo no adelgazar entonces?... Si todo lo expuesto ha permitido aclarar las dudas y preguntas iniciales; si la concepción holística de la Medicina Homeopática ha sido comprendida, entonces estaremos todos de acuerdo en que:
NO existe una Homeopatía para adelgazar.
LA HOMEOPATÍA NO ES UNA MEDICINA “PARA” ADELGAZR, PERO “PUEDE SERVIR” PARA ADELGAZAR.